martes, 24 de noviembre de 2015

Una tarde calentita

El viernes habíamos ido caminando a Medialunas Calentitas (MLC) luego de la salida del colegio, a las tres en punto. Con la intención de conocer este nuevo local en Villa Allende.

Caminamos alrededor de dos kilómetros, pero al hablar durante todo el camino para nosotras solo fueron dos cuadras. Al llegar pudimos notar que al edificio donde se ubicaba la confitería le faltaban algunas terminaciones y había unos albañiles para terminarlo.

El local tenía dos entradas, una que estaba al lado de una calle de tierra que para nosotras era la entrada principal (donde se ubica una concesionaria de autos) y la otra estaba al frente de la ruta y del supermercado Disco. Cuando entramos a MLC veíamos todo detalladamente, el techo era de madera, las paredes estaban pintadas de negro y tenían frases escritas en blanco, algunos sillones eran multicolores, era más bien un estilo vintage, todo estaba bien ubicado y con máquinas y muebles nuevos. De repente, luego de un minuto de a ver entrado, un mozo se acerca y nos saluda, nosotras no le contestamos porque estábamos observando el local, luego nos saluda de vuelta y le contestamos y él nos pregunta donde nos queríamos sentar; nosotras hablamos entre nosotras para saber dónde queríamos sentarnos, afuera o adentro, y el mozo nos esperó sin decir ni una palabra hasta que le dijimos que queríamos
sentarnos afuera, él nos respondió y dijo síganme, lo seguimos y nos sentamos en un sillón. Luego al ya sentarnos y acomodarnos en el lugar, vino otra moza y nos da la carta, la moza se retira y nos deja un tiempo para decidir que consumir y regresa, ella pregunta si ya nos habíamos decidido y le dijimos que no, volvió a 
retirarse y darnos más tiempo, cuando vuelve de vuelta nos toma el pedido y se va. Al transcurso de unos minutos vuelve y nos trae lo que le pedimos para consumir. Después de un lapso de tiempo de a ver terminado de comer la moza regresa y nos pregunta si nos gustó, si quería que retire las cosas de la mesa y si queríamos algo más, le dijimos que queríamos dos medialunas más. Este pedido tardo más tiempo que el anterior pero sin embargo la comida se notaba que estaba hecha en ese mismo día y que era espectacular y riquísima. Al terminar de comer llamamos a la moza, le pedimos la cuenta, nos la tae y pagamos sin ningún inconveniente.

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